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A DIOS (7)
7. La misericordia de Dios es infinita. Nunca nos
cansemos de pedir perdón
Existen días en los que queremos darnos por vencidos.
Es una lucha que parece vamos perdiendo una y otra vez, cansados de caer y de
pedir perdón siempre por lo mismo. Dios no se cansa de perdonarnos, somos
nosotros los que pensamos que no somos más dignos de perdón. Su misericordia es
infinita.
“A ti la alabanza y la gloria, ¡oh Dios, fuente de
las misericordias! Yo me hacía cada vez más miserable y tú te me hacías más
cercano. Tu mano estaba pronta a sacarme del cieno y lavarme, pero yo no lo
sabía”. (San Agustín)
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