Lunes 6 de Marzo 2023
Perdonar de verdad.
Evangelio según san Lucas 6, 36-38.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:- «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
INVITADOS A REFLEXIONAR
Las virtudes crecen en el cristiano de una forma armónica, coherente, luminosa. Como los dedos de la mano. Apoyadas por la fuerza maravillosa del Espíritu Santo.
Pero, en el mundo de hoy se hace necesaria, más que nunca, la misericordia. Que toma forma de compasión, de perdón, de tolerancia, de benevolencia, de acogida según los casos.
Dios se revela como compasivo y justo para con los pobres, los oprimidos, los hambrientos, el huérfano y la viuda. A lo largo de la Escritura Dios instruye a su pueblo a ser una comunidad que refleja su naturaleza, un pueblo de la compasión, la justicia y la misericordia. Los actos de la compasión y la generosidad son importantes en la fe que da sentido a nuestras vidas. Es preciso cuidar a los pobres y oprimidos, vivir con generosidad hacia las necesidades de los demás. Llevemos a cabo el ministerio de Jesús aceptando, perdonando, amando sin condiciones y de todo corazón..
Compasión significa gozar con el que goza.
Compasión significa sufrir con el que sufre.
Compasión significa llorar con el que llora.
Compasión significa reír con el que ríe.
Compasión significa sentir el corazón del hermano.
Compasión significa asumir las limitaciones del hermano.
Compasión significa estar con el hermano
Compasión significa perdonar sin condiciones.
Compasión significa comprender la debilidad.
Compasión significa no juzgar, sino amar.
Compasión significa no castigar, sino corregir.
Compasión significa acompañar sin empujar.
Compasión significa poner el corazón en el encuentro.
Compasión significa salir al encuentro.
Compasión significa compartir la cruz de cada día.
Compasión significa escuchar, abrazar, ayudar...
La compasión proporciona más beneficios al que la da que al que la recibe. Efectivamente la persona compasiva encuentra todas las puertas abiertas, al tiempo que disfruta, de verdad, aliviando dolores, curando heridas, levantando ánimos caídos. No importa que no reciba palabras de agradecimiento, ni parabienes exteriores, ya que su alma noble y su espíritu generoso viajan por los cielos inacabables del deber cumplido.
El don hermoso de la gratuidad debería ser el sello distintivo del seguidor de Cristo. Lo que hemos recibido gratis, gratis tenemos que brindarlo a los que viven a nuestro lado.
(P. Gregorio Mateu)
Martes 7 de Marzo 2023
Sabiduría del humilde.
Evangelio según san Mateo 23, 1-12.
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo:- «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
INVITADOS A REFLEXIONAR
La sencillez y la humildad caracterizan la vida de los fieles servidores del Evangelio. La prepotencia y el dominio opresor nunca consiguen seguidores fieles de Cristo y su mensaje de salvación. Hoy se necesita mucho más el testimonio que la clase de religión. Cabe recordar que no somos esclavos de una doctrina filosófica, sino seguidores de una Persona: Cristo Jesús. El ejemplo de vida está muy por encima de ciencias y doctrinas especulativas.
Cristo nos salvó desde una postura de entrega a la salvación de la humanidad, repleta de obediencia al Padre. En sus treinta años de vida en la tierra, destacó por su humildad, sencillez de vida, silencios prologados, entrega sin límites. Se hizo servidor de todos, lavó los pies a Pedro, trató con delicadeza a los pecadores, acogió con infinito amor a los más débiles de la sociedad.
Servir con fidelidad es estar al servicio de la verdad.
Servir con fidelidad implica ser fieles a Cristo Jesús.
Servir con fidelidad supone aceptar los últimos puestos.
Servir con fidelidad significa cumplir la voluntad de Dios.
Servir con fidelidad requiere altas dosis de humildad.
Servir con fidelidad nos aleja toda forma de dominio.
Servir con fidelidad requiere dejar actuar al Espíritu Santo.
Servir con fidelidad lleva consigo puntualidad en el servicio.
Servir con fidelidad exige seguir en el surco a pesar de la adversidad.
Servir con fidelidad es una de los dictados de una fe madura.
Servir con fidelidad acarrea la realización de los compromisos.
Servir con fidelidad patentiza la dinámica de la madurez personal.
Servir con fidelidad supone escuchar atentamente la voz de Dios
La fidelidad al mensaje contenido en la Palabra da sentido a nuestra vida y nos permite asumir con sencillez y humildad el título inigualable de servidores de Jesús. Afirmaba con acierto Gabriela Mistral: “Biblia libro mío, libro en cualquier tiempo y en cualquier hora, bueno y amigo para el corazón, fuerte, poderoso compañero. Tu desnudez asusta a los hipócritas y tu pureza es odiosa a los libertinos”.
Donde hay soberbia, autosuficiencia y orgullo, suele anidar la ignorancia; por el contrario, en los recovecos de la humildad y sencillez encontramos altas dosis de sabiduría. Eso de que “los últimos serán los primeros” no es sólo una profecía sobre la naturaleza humana, sino un principio de sana sabiduría. Pasar desapercibidos, caminar sin presiones de grandeza, permite a los seres humanos ser ellos mismos sin la incómoda necesidad de agradar o convencer a nadie. P. Gregorio Mateu
Miércoles 8 de Marzo 2023
Dignidad del servicio.
Evangelio según san Mateo 20, 17- 28.
En aquel tiempo, mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará.» Entonces se le acercó la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?» Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.» Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?» Contestaron: «Lo somos.» Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.»Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»
INVITADOS A REFLEXIONAR
Todo ser humano debe estar plenamente consciente de su realidad. Cuando nace, poco sabemos de él o de ella. ¿Será albañil, arquitecto, padre de familia, militar o abogado? ¿Servirá como médico, enfermera, maestra, costurera o servidora del hogar? Lo único que sabemos es que va a sufrir y morir. Y que su destino no está en este mundo. Somos seres para la eternidad.
Ningún ser humano puede librarse del sufrimiento y de la muerte. Lo mejor que podemos hacer es captar la realidad de nuestra limitada existencia temporal y vivirla de la mejor manera posible.
El sufrimiento tiene, para un creyente, un sentido redentor.
El sufrimiento purifica las voluntades humanas.
El sufrimiento nos acerca a los demás seres humanos.
El sufrimiento abre caminos a la generosidad.
El sufrimiento nos permite descubrir la bondad humana.
El sufrimiento nos recuerda nuestra limitación existencial.
El sufrimiento revela los mejores perfiles del amor.
El sufrimiento es la ley de la naturaleza.
El sufrimiento nos hace vencedores de nosotros mismos.
El sufrimiento nos permite conocer a los seres humanos.
El sufrimiento nos eleva por encima de las comodidades.
El sufrimiento todo lo purifica.
El sufrimiento nos identifica con Cristo Jesús.
El sufrimiento abre las puertas del paraíso.
Los honores y los primeros puestos encienden las luces del orgullo en nuestras vidas y nos arrastran hacia el abismo del dominio opresor y de la decepción. Siempre queremos más, y más, y más. Llega la espiral de la violencia opresora del orgullo. Por el contrario, cuando viajamos con dignidad en los dominios del dolor aprendemos a vivir con dignidad. ¡Qué bien sentencia Amado Nervo!: “En los brazos invisibles de este gigante que parece sombrío y es luminoso, el dolor, me he sentido un poco dignificado”.
La cruz de Cristo tiene un sentido salvador, gozoso. Por la cruz llegamos a la luz. Cada ser humano debe llevar su propia cruz, asumirla, sabiendo que con ella logra las mejores metas. P. Gregorio Mateu
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