MIERCOLES 22 DE SEPTIEMBRE 2021
Del Evangelio según Lucas 9,1-6: Convocando a los Doce, les dio autoridad
y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a
proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo: «No toméis nada para el
camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada
uno. Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí.
Y si algunos no os reciben, salid de aquella ciudad y sacudid el polvo de vuestros
pies en testimonio contra ellos.» Partieron, pues, y recorrieron los pueblos,
anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes.
Reflexión
• El evangelio de hoy nos trae la
descripción de la misión que los Doce recibieron de Jesús. Más adelante, Lucas
habla de la misión de los setenta y dos discípulos. Los dos se completan y
revelan la misión de la iglesia.
• Lucas 9,1-2: Envío de los doce para la
misión. “Les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar
enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar”. Llamando a
los doce, Jesús intensifica el anuncio de la Buena Nueva. El objetivo de la
misión es simple y claro: reciben el poder y la autoridad para expulsar a los
demonios, para curar las dolencias y para anunciar el Reino de Dios. Así como
la gente quedaba admirada ante la autoridad de Jesús sobre los espíritus
impuros y ante su manera de anunciar la Buena Nueva, lo mismo deberá acontecer
con la predicación de los doce apóstoles.
• Lucas 9,3-5: Las instrucciones para la
Misión. Jesús los envió con las siguientes recomendaciones: no pueden llevar
nada “ni bastón, ni alforja, ni dinero, ni dos túnicas”. No pueden andar de
casa en casa, sino que “Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que
os marchéis de allí.” En caso de que no os reciban “sacudid el polvo de
vuestros pies en testimonio contra ellos”. Como veremos, estas recomendaciones
extrañas para nosotros, tienen un significado muy importante.
• Lucas 9,6: La ejecución de la misión.
Y ellos se fueron. Es el comienzo de una nueva etapa. Ahora ya no es sólo
Jesús, sino es todo el grupo que va a anunciar la Buena Nueva de Dios a la
gente. Si la predicación de Jesús ya causaba conflictos, cuánto más ahora, con
la predicación de todo el grupo.
• Los cuatro puntos básicos de la
misión. En el tiempo de Jesús, había diversos movimientos de renovación:
esenios, fariseos, zelotes. Ellos también buscaban una nueva manera de convivir
en comunidad y tenían a sus misioneros. Pero éstos, cuando iban en misión, iban
prevenidos. Llevaban alforja y dinero para cuidar de su propia comida. Pues no
confiaban en la comida de la gente que no siempre era ritualmente “pura”. Al
contrario de los otros misioneros, los discípulos y las discípulas de Jesús
recibieron recomendaciones diferentes que nos ayudan a entender los puntos
fundamentales de la misión de anunciar la Buena Nueva:
a) Deben ir sin nada. Esto significa que
Jesús obliga a confiar en la hospitalidad. Pues, quien va sin nada, va porque
confía en la gente y piensa que va a ser recibido. Con esta actitud, critican
las leyes de la exclusión, enseñadas por la religión oficial, y por la nueva
práctica, mostraron que tenían otros criterios de comunidad.
b) Deben quedarse hospedados en la
primera casa hasta retirarse del lugar. Esto es, deben convivir de forma
estable y no andar de casa en casa. Deben trabajar como todo el mundo y vivir
de lo que reciben a cambio, “pues el obrero merece su salario”. Con otras
palabras, tienen que participar de la vida y del trabajo de la gente, y la
gente los acogerá en su comunidad y compartirá con ellos casa y comida. Esto
significa que deben confiar en el compartir. Esto explica también la severidad
de la crítica contra los que no aceptan el mensaje: sacudirse el polvo de los
pies, como pretexto contra ellos, pues no rechazan algo nuevo, sino que su
propio pasado.
c) Tienen que curar a los enfermos y
expulsar los demonios. Esto es, deben ejercer la función de “defensor” (goêl) y
acoger para dentro del clan, dentro de la comunidad, a los excluidos. Con esta
actitud critican la situación de desintegración de la vida comunitaria del clan
y apuntan hacia salidas concretas. La expulsión de demonios es señal de que el
Reino de Dios ha llegado.
d) Tienen que comer lo que el pueblo les
da. No pueden vivir separados con su propia comida, sino que han de aceptar la
comunión de mesa. Esto significa que, en contacto con la gente, no deben tener
miedo a perder la pureza como era enseñada en la época. Con esta actitud
critican las leyes de la pureza en vigor y muestran, por medio de la nueva
práctica, que poseen otro acceso a la pureza, esto es, a la intimidad con Dios.
Estos eran los cuatro puntos básicos de
la vida comunitaria que debían marcar la actitud de los misioneros o de las
misioneras que anunciaban la Buena Nueva de Dios en nombre de Jesús:
hospitalidad, compartir, comunión de mesa, y acogida a los excluidos (defensor,
goêl). Si estas cuatro exigencias se cumplen, entonces pueden y deben gritar a
los cuatro vientos: “¡El Reino ha llegado!”. Pues el Reino de Dios que Jesús
nos ha revelado no es una doctrina, ni un catecismo, ni una ley. El Reino de
Dios acontece y se hace presente cuando las personas, motivadas por su fe en
Jesús, deciden convivir en comunidad para así testimoniar y revelar a todos que
Dios es Padre y Madre y que, por consiguiente, nosotros, los seres humanos,
somos hermanos y hermanas unos de otros. Jesús quería que la comunidad local
fuera de nueva una expresión de la Alianza, del Reino, del amor de Dios como
Padre, que nos hace a todos hermanos y hermanas.
4) Para la reflexión personal
• La participación en la comunidad ¿te
ha ayudado a acoger y a confiar más en las personas, sobre todo en los más
sencillos y en los pobres?
• ¿Cuál es el punto de la misión de los
apóstoles que tiene más importancia para nosotros hoy? ¿Por qué?
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