LUNES 28 DE JUNIO 2021
Del santo Evangelio según Mateo 8,18-22: Viéndose Jesús
rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó
y le dijo: « Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.» Dícele Jesús: «Las
zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no
tiene donde reclinar la cabeza.» Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame
ir primero a enterrar a mi padre.» Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los
muertos entierren a sus muertos.»
Reflexión
• Desde la 10ª Semana del Tiempo Ordinario hasta la
12ª Semana, durante tres semanas, meditamos los capítulos de 5 a 8 del
evangelio de Mateo. Dando secuencia a la meditación del capítulo 8, el
evangelio de hoy presenta las condiciones del seguimiento de Jesús. Jesús
decide ir para otra orilla del lago y una persona le pide seguirle.
• Mateo 8,18: Jesús manda pasar a la otra orilla
del lago. Jesús había acogido y curado a todos los enfermos que la gente
le había traído. Mucha gente se juntó a su alrededor. Viendo esa multitud,
Jesús decidió ir para la otra orilla del lago. En el evangelio de Marcos, de
donde Mateo saca gran parte de sus informaciones, el contexto es diferente.
Jesús acababa de terminar el discurso de las parábolas y dijo: “¡Vamos
para el otro lado!”, y en el barco de donde había hecho el discurso, los discípulos lo llevan a otro
lado. De tan cansado que estaba, Jesús se durmió en la popa sobre el cojín.
• Mateo 8,19: Un doctor de Ley quiere seguir a
Jesús. En el momento en que Jesús decide atravesar el lago, un doctor de
ley se acerca y dice: "Maestro, te seguiré adondequiera que
vayas.” Un texto paralelo de Lucas trata el mismo asunto, pero de una
forma algo distinta. Según Lucas, Jesús había decidido ir para Jerusalén donde
iba ser condenado a muerte. Tomando rumbo hacia Jerusalén, entra en el
territorio de Samaría, donde tres personas piden seguirle. En Mateo, que
escribe para judíos convertidos, la persona que quiere seguir a Jesús es un
doctor de la ley. Mateo acentúa el que es una autoridad de los judíos la que
reconoce el valor de Jesús y que pide ser discípulo. En Lucas, que escribe para
paganos convertidos, las personas que quieren seguir a Jesús son samaritanos.
Lucas acentúa una apertura ecuménica de Jesús que acepta también a no judíos
como discípulos.
• Mateo 8,20: La respuesta de Jesús al doctor de
la Ley. La respuesta de Jesús es idéntica tanto en Mateo como en Lucas, y
es una respuesta muy exigente que no deja dudas: "Las zorras tienen
guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde
reclinar la cabeza.” Quien quiere ser discípulo de Jesús tiene que saber
lo que hace. Tiene que examinar las exigencias y calcular bien, antes de tomar
una decisión. “Del mismo modo, cualquiera de ustedes que no renuncia a
todo lo que tiene, no puede ser discípulo mío”.
• Mateo 8,21: Un discípulo pide poder enterrar a
su padre que ha fallecido. Alguien que era discípulo pide permiso para
poder enterrar a su padre: "Señor. Déjame ir primero a enterrar a mi
padre". Con otras palabras, pide a Jesús que remita a más tarde la
travesía del lago, para después del entierro de Jesús. Enterrar a los padres
era un deber sagrado de los hijos.
• Mateo 8,22: La respuesta de Jesús. De
nuevo, la respuesta de Jesús es muy exigente. Jesús no aplaza su viaje para el
otro lado del lago y dice a su discípulo: "Sígueme, y deja que los
muertos entierren a sus muertos”. Cuando Elías llamó a Eliseo, dejó que Eliseo
volviera a casa para despedirse de sus padres (1Reyes 19,20). Jesús es mucho
más exigente. Para entender todo el alcance de la respuesta de Jesús conviene
recordar que la expresión Deja que los muertos sepulten a sus muertos era un proverbio popular usado por la gente para significar que no hay que gastar
energía en cosas que no tienen futuro y que no tienen nada que ver con la vida.
Un proverbio así no puede tomarse al pie de la letra. Debe mirarse el objetivo
con qué fue usado. Así que, aquí en nuestro caso, por medio del proverbio,
Jesús acentúa la exigencia radical de la vida nueva a la que llama a las
personas y que exige abandonarlo todo para poder seguir a Jesús. Describe las
exigencias del seguimiento dé Jesús.
• Seguir a Jesús. Como los rabinos de la
época, Jesús reúne a discípulos y discípulas. Todos ellos "siguen a
Jesús". Seguir era el término que se usaba para indicar la relación
entre el discípulo y el maestro. Para los primeros cristianos, Seguir a
Jesús significaba tres cosas muy importantes, enlazadas entre sí:
a) Imitar el ejemplo del Maestro: Jesús era
el modelo que había que imitar y re-crear en la vida del discípulo y de la
discípula. La convivencia diaria permitía un confronto constante. En la
"escuela de Jesús” se enseñaba sólo una única materia: el Reino, y
este Reino se reconocía en la vida y en la práctica de Jesús.
b) Participar del destino del
Maestro: Quien seguía a Jesús debía comprometerse con él a
"estar con él en sus en sus pruebas", inclusive en las
persecuciones y en la cruz. Tenía que
estar dispuesto a morir con él.
c) Tener la vida de Jesús dentro de
sí: Después de Pascua, a la luz de la resurrección, el seguimiento asume
esta tercera dimensión: "Vivo, más no vivo yo, es Cristo que vive en
mí". Se trata de la dimensión mística del seguimiento, fruto de la acción
del Espíritu. Los cristianos tratan de rehacer en sus vidas el camino que Jesús
había recorrido, muriendo en defensa de la vida y resucitado por el poder de
Dios.
Para la reflexión personal
• Ser discípulo,
discípula, de Jesús. Seguir a Jesús. ¿Cómo estoy viviendo el seguimiento de
Jesús?
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